Como ya sabemos el alumno con TDAH presenta una serie de dificultades relacionadas con la capacidad de atención, la impulsividad y la necesidad de movimiento constante (hiperactividad). Estas dificultades afectan a la calidad de vida de los sujetos que lo padecen, teniendo un efecto muy negativo en el ámbito social y emocional.
Debemos tener en cuenta que la etapa infantil y la etapa juvenil de los individuos es una etapa muy importante en la que se forja la personalidad del alumno y en la cual las relaciones sociales tienen un peso muy importante en la formación del autoconcepto y de la autoestima. Es por ello que debemos tener muy en cuenta el aspecto emocional y social de nuestros alumnos con TDAH, pues el hecho de no prestar atención a estos aspectos puede llevar al alumno a forjar una autoestima muy pobre y negativa.
Imaginémonos la situación del alumno que describimos en el mapa de empatía. Este alumno, debido a que padece TDAH tiene serias dificultades para seguir las normas de clase, respetar el turno de palabra, seguir las explicaciones del profesor, concentrarse en las tareas asignadas, etc.. ¿A qué le llevan estas dificultades? Pues al no poder centrarse en las explicaciones, realiza más preguntas de lo normal, interrumpe a sus compañeros, insulta a sus compañeros cuando le dicen que es un “pesado” y que no hace más que “molestar”. Las dificultades que tiene el alumno para centrar la atención y para mantenerse quieto y controlar su conducta le llevan a tener una conducta un tanto desafiante y disruptiva. Evidentemente, a nadie le gusta que le insulten, ni que le interrumpan, ni que le molesten en clase… ¿Qué acaba pasando? Que a causa de su mala conducta, los compañeros de este alumno acaban dejándole de lado, le aíslan socialmente. En las horas de recreo o por las tardes cuando los amigos quedan para salir a pasear y jugar, como no sabe respetar las reglas de los juegos, no le dejan jugar. Cuando el alumno escucha las críticas de sus padres, los gritos y llamadas de atención constantes de sus profesores y las quejas de sus compañeros, se siente poco valorado, se siente triste. Siente que no sabe hacer nada bien, se siente solo, se siente indefenso. El trastorno que padece le está creando una serie de problemas emocionales muy graves, y en una etapa que es realmente importante y en la que el éxito en las relaciones sociales se toma de una manera muy seria. Esta sensación que tiene el alumno y la frustración que experimenta le lleva a defenderse de estas críticas, de los gritos, de la soledad. Y actúa no de la mejor manera, pues muchas veces esta frustración que tiene la expresa en forma de violencia: violencia física y verbal. Y esto le lleva de nuevo al rechazo social, y el rechazo social a los problemas emocionales. Como vemos, es una pescadilla que se muerde la cola, y es por ello que es muy importante que se realice un trabajo muy importante centrado en las habilidades sociales del alumno para conseguir que el alumno aprenda a relacionarse con los demás y así pueda desarrollar una autopercepcin positiva y se sienta valorado e integrado tanto en la clase como en la sociedad.
Obviamente es igualmente importante realizar un trabajo centrado en reducir la conducta impulsiva y la mejora la capacidad de atención y concentración, pues con ello conseguiremos que el alumno esté más integrado en el aula y consiga realizar las tareas de manera satisfactoria, reduciendo así las interrupciones en el aula y las frecuentes llamadas de atención, lo que disminuirá por un lado el rechazo de los compañeros y por otra, el sentimiento de frustración del alumno ante tanta queja y toques de atención.
Además de este aspecto es importante trabajar la concienciación de los compañeros en el espacio de tutoría. Se puede aprovechar esta hora semanal para explicar a los compañeros las dificultades que padece el alumno y por qué las padece, hacerles ponerse en su situación para que puedan experimentar o imaginarse lo difícil que es para él controlar sus emociones, concentrarse en clase y no moverse constantemente. Este trabajo de concienciación es muy importante, pues así cuando el alumno interrumpa en clase o no respete las reglas le comprenderán y no tenderán a aislarlo socialmente.
A modo de resumen, comentaremos algunas de las dificultades que sufren los alumnos a nivel social, de conducta y emocional:
- Dificultades sociales:
- Les cuesta asimilar y generalizar las normas de convivencia y de juego.
- Tienen dificultades para interpretar los signos sociales.
- Muestran problemas a la hora de comprender las emociones de los demás. Frecuentemente atribuyen un significado malintencionado o agresivo a las emociones de sus amigos o seres cercanos.
- No manejan sus emociones adecuadamente.
- Requieren de la aprobación de los demás, son muy dependientes. Buscan el reconocimiento social.
- Dificultades emocionales:
- No aceptan el fracaso.
- Tienen baja tolerancia a la frustración. Son muy irritables.
- Tienen dificultades para automotivarse y regular sus emociones.
- No saben esperar, necesitan recibir las recompensas inmediatamente. Les cuesta entender y gestionar el tiempo.
- Les cuesta analizar sus propios sentimientos y tomar medidas para sentirse mejor en los momentos que se sienten negativos, frustrados, tristes o con rabia.
- Dificultades conductuales:
- Son inestables.
- Frecuentes cambios de humor.
- Frecuentemente son desobedientes, oposicionistas, desafiantes y agresivos.
- Su impulsividad no les permite ser conscientes del peligro lo que les conlleva a llevar a cabo conductas peligrosas y arriesgadas.