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lunes, 23 de noviembre de 2015

TDAH: Relación entre la familia y la escuela

La relación entre la familia y el centro es fundamental, pero lo es aún más en los casos en que el alumno presenta alguna dificultad o trastorno de aprendizaje. Por ello es muy importante tener en cuenta a las familias y fomentar todo lo posible la implicación de las familias en la escuela. 

Cuando detectamos que un alumno puede presentar un TDAH es fundamental que nos reunamos con las familias para informarlas y intercambiar información, así como para acordar un plan de intervención y de seguimiento del alumno. La comunicación con la familia pues, será imprescindible y deberemos acordar una serie de entrevistas que nos permitan informar a la familia acerca de la sospecha del diagnóstico y del trastorno en sí, del protocolo de actuación, de las medidas que se van a llevar a cabo, etc.. 

En esta entrada comparto con vosotros algunas actuaciones que podemos llevar a cabo para implicar a las familias y un guión con unas pautas para realizar una primera entrevista con la familia. 




Actuaciones para implicar a la familia

  • Mediante las tutorías sensibilizar sobre la importancia de la comunicación entre el centro y la familia y el uso de uno medio de comunicación como la agenda que nos permita intercambiar información del día a día del alumno. 
  • Planear de manera conjunta unos objetivos realistas y fijar una fecha y revisar si se cumplen o no. Al valorar los avances, si los resultados son positivos podemos ir añadiendo nuevos objetivos y si son negativos analizar qué está fallando y buscar soluciones.                          
  • En las reuniones con la familia: informar de todos los aspectos (positivos y negativos) del alumno: los avances, la conducta, el estado emocional, las relaciones sociales, sus puntos fuertes, las áreas en las que destaca, sus mejores habilidades... 
  • Cuidar la manera como nos expresarnos con la familia. Intentar utilizar un discurso positivo. 
  • Utilizar un sistema de comunicación con las familias acerca de los que pasa en el día a día en la escuela. Podemos utiliza un cuaderno viajero o la agenda. 
  • Acordar un calendario de tutorías con los padres para realizar el seguimiento del alumno, proponer objetivos a conseguir, observar si se van superando, identificar las situaciones problemáticas y buscar soluciones conjuntamente. 
  • Acordar junto a la familia unas pautas y reglas que se apliquen tanto en el centro como en casa. 

Primera entrevista

En la primera entrevista es muy importante establecer un buen vínculo con la familia, transmitir confianza y crear un clima positivo. 

En esta primera reunión el objetivo principal es
  • Informar a la familia acerca de la sospecha de TDAH y del protocolo que se va a llevar a cabo para realizar el diagnóstico.
  • Obtener información acerca de las conductas que observan en el contexto familiar. 


Guión de la entrevista
  1. Nos presentaremos. 
  2. Explicaremos el motivo de la reunión. 
  3. Informaremos acerca de la sospecha del TDAH y los motivos que nos llevan a pensar que el alumno puede padecer este trastorno (síntomas). 
  4. Intentaremos obtener información acerca del contexto familiar y de la percepción de la familia. Es un buen momento para preguntar a la familia cómo ven al alumno, si han observado los mismos síntomas descritos por el maestro en casa o si han observado conductas diferentes. Es importante que recabemos información acerca de la percepción del alumno sobre la escuela, sobre sus relaciones sociales, así como sobre su estado emocional. Contrastaremos la información recabada con la que disponemos de las experiencias en el aula. 
  5. Preguntaremos a la familia acerca de los antecedentes familiares (embarazo, primera infancia, si hay casos similares en la familia...) y acerca del contexto familiar (relación de los padres, si tiene hermanos, si vive algún abuelito en casa...). 
  6. En el caso de que la familia haya iniciado un proceso de diagnóstico porque ya sospechaban que algo estaba pasando, podemos aprovechar para pedir los informes médicos correspondientes.
  7. Informaremos acerca del protocolo que se va a llevar a cabo a partir de este momento para realizar el diagnóstico.
  8. Pediremos a los padres que firmen el consentimiento para iniciar el proceso de diagnóstico y el informe psicopedagógico.
  9. Acordaremos junto a los padres un plan de seguimiento. Acordaremos una próxima tutoría para informar acerca de los resultados obtenidos y las actuaciones que se llevaran a acabo para ayudar al alumno, y les explicaremos que seguiremos realizando tutorías cada dos-tres semanas, sobretodo al principio para poder realizar un buen seguimiento del alumno. acordar una reunión con los profesores para determinar qué acciones se van a llevar a cabo.
  10. Recordaremos la importancia de la buena colaboración y comunicación para lograr los objetivos que nos marquemos con el alumno en próximas entrevistas. 
  11. Aprovecharemos para pedirles a los padres que rellenen un cuestionario en casa y lo traigan en la siguiente visita. El Cuestionario psicopedagógico y de evaluación del TDAH y trastornos relacionados (6-12 años), desarrollado por la Asociación Andaluza de Psiquiatría y Psicología Infanto-Juvenil nos puede resultar muy útil. 


En próximas reuniones podemos:  
  • Exponer los resultados de la evaluación del alumno y explicar las medidas que se van a llevar a cabo (adaptación metodológica, adaptación curricular, etc..). 
  • Dar indicaciones básicas acerca del trastorno y recomendarles algunas asociaciones donde puedan encontrar ayuda y apoyo.
  • Acordar un sistema de colaboración y comunicación: información mediante la agenda escolar. 
  • Acordar y/o proporcionar algunas pautas para aplicar en casa y ayudar al alumno (reglas, horario de tareas, etc.). 
  • Explicar el funcionamiento de la agenda escolar para la comunicación entre familia y escuela. 

martes, 10 de noviembre de 2015

Ejemplo de rúbrica de evaluación


En esta entrada compartimos una rúbrica de evaluación. 

Para ello hemos tomado como referencia una de las actividades de la Unidad Didáctica que comentamos en la anterior entrada: La Prehistoria (Actividad 4: Qué bonito es vivir en familia!. 

La actividad consiste en lo siguiente:

En esta actividad la maestra tendrá preparada una cartulina con una gran cueva dibujada. Los niños/as deberán decorarla por grupos respetando los turnos y utilizando diversos materiales como plastilina, papel charol, etc. Este mural quedará como elemento decorativo para la clase. 

Como lo decorarán en grupo, el resto irá pintando su propia ficha de la cueva en la que deberán colocar las fotos de sus integrantes (cada uno traerá una foto de carne de su casa y la maestra/o las fotocopiará para que todos las puedan tener en su ficha personal). Previamente les habremos explicado que en la prehistoria las personas vivían en clanes familiares, y aprovecharemos que están sentados por equipos para realizar la actividad. Estos grupos creados, representarán los diversos clanes familiares de la prehistoria y servirán como grupo prefijado para las actividades que se llevarán a cabo a lo largo del proyecto de trabajo.

Los indicadores de evaluación de la actividad son los siguientes: 
-  Muestra dominio de la motricidad fina.
-  Tiene hábitos de recogida y limpieza de los materiales. 
-  Conoce la existencia de clanes familiares y la forma de vida en la prehistoria. 
-  Se expresa mediante la expresión plástica. 
-  Muestra actitud de respeto con los compañeros y los materiales. 

-  Muestra iniciativa y autonomía personal al realizar las actividades. 


Aquí compartimos un ejemplo de rúbrica de evaluación sobre la actividad: 


La actividad se considerará superada a partir de los 8 puntos. 

La evaluación en alumnos con TDAH

En este post vamos a reflexionar acerca de la evaluación en alumnos con TDAH. 

Cuando vamos a evaluar a nuestros alumnos es necesario que reflexionemos acerca de lo que queremos evaluar y qué tipo de instrumento nos va a permitir evaluar aquello que nos hemos propuesto que no nuestros alumnos aprendan. 

Parece que no hay duda que en primaria y secundaria la mejor manera de evaluar a nuestros alumnos es realizar un examen. Sin embargo es posible que esto no sea así. ¿Acaso no hay otros tipos de evaluación que nos permiten observar la evolución de nuestros alumnos y saber qué saben hacer y qué no saben hacer? ¿Pensamos en la presión que sufren nuestros alumnos cuando realizan un examen y el sufrimiento que padecen después de realizarlo al averiguar si este les ha salido bien o mal? Probablemente sea demasiada presión para los alumnos de primer ciclo de primaria, ¿acaso alumnos con 6, 7, 8 o 9 años no son unos niños todavía?

En este caso en concreto, hablaremos de la evaluación en infantil y cómo adaptar la evaluación en alumnos con TDAH. En el ciclo de infantil no se realizan exámenes, sino que la evaluación se realiza mediante diversos instrumentos como pueden ser: la observación, la entrevista, los diarios, las escalas de observación, los anecdotarios, el análisis de grabaciones de audio y vídeo realizadas a los alumnos o el análisis de las producciones de los alumnos (fichas, tareas, etc.). 

Vamos a ver un ejemplo de adaptación de evaluación para un alumno con TDAH en la etapa de infantil 

Contexto: Estamos trabajando en un aula con 25 alumnos de 4 años, uno de los cuales ha mostrado síntomas de TDAH, por lo que intentamos que las dificultades que está experimentando no afecten en su rendimiento y vida escolar. Estamos trabajando una Unidad Didáctica centrada en al área 2: El medio físico, natural, social y culturalacerca de la prehistoria en la que pretendemos que los alumnos, entre otros aspectos, mejoren sus habilidades motrices y la coordinación, conozcan las características típicas de la prehistoria y aprendan a respetar a los compañeros, los materiales y la naturaleza. 

Para poder facilitar el aprendizaje de nuestros alumnos y que el alumno con TDAH no se vea afectado en el diseño de la UD hay que tener en cuenta diversos aspectos a la hora de diseñar las actividades y seleccionar la metodología que vamos a emplear: 

En cuanto a las actividades, debemos tener en cuenta que para conseguir un objetivo, por ejemplo que los alumnos conozcan la existencia de los clanes familiares, deberemos diseñar actividades diversas actividades que ayuden a los alumnos lo puedan interiorizar. Debemos diseñar una actividad inicial en la que se transmita los conocimientos como por ejemplo visualizar un vídeo o ver un libro en qué se explica cómo se organizaban y vivían los prehistóricos. También deberemos diseñar una actividad o tarea que permita al alumno interiorizar el contenido, por ejemplo que en una asamblea ellos expliquen cómo se organizaban los prehistóricos y lo representemos en el aula en grupos. Por último, deberíamos realizar una actividad de evaluación en la que podamos observar si el alumno ha adquirido el concepto o no. Para ello podemos proponer una actividad  en la que sobre un papel continuo que hemos puesto en el aula en forma de cueva en la puerta, los alumnos junto a sus compañeros de mesa tengan que pegar las fotografías de la cara de ellos mismos y dibujarse el cuerpo, y colocarlas en grupo, como si fuesen un clan familiar de la prehistoria. 

De esta manera, el aprendizaje se interiorizará y gracias al seguimiento de las tres actividades podremos evaluar si el alumno ha superado los objetivos propuestos o no. 

Por otro lado, en cuanto a la metodología, debemos recordar que estamos trabajando con alumnos de infantil y que tenemos un alumno con TDAH en el aula por lo que debemos tener en cuenta las dificultades del alumno con TDAH y reducir su impacto mediante la selección de la metodología que vamos a emplear. Por estos motivos, la metodología debe regirse por el principio de aprendizaje significativo, es decir, los contenidos deben tener un sentido para el alumno. Además deberá estar basada en el método constructivista, para que sea el alumno quién construya sus propios conocimientos. Se deberán diseñar actividades lúdicas, activas, manipulativas y participativas que permitan el desarrollo creativo e imaginativo del alumno y que faciliten la adquisición de las competencias claves. 

Deberemos tener en cuenta también los distintos tipos de agrupamiento (individual, grupal...) con la finalidad de que los alumnos puedan mostrar sus facultades en lo individual y también en lo grupal, desarrollando facultades de respeto, comprensión, generosidad y colaboración, valores muy importantes a trabajar especialmente con nuestro alumno con TDAh, ya que le ayudarán a mejorar sus habilidades sociales. 

Además no debemos olvidar que: 

 - Es fundamental crear un clima de confianza en el aula, que el niño se sienta acogido y envuelto en afectividad, pues sólo así estará en condiciones de poder aprender. 
- Debemos dar explicaciones teniendo en cuenta que todo tiene un por qué. Para ello debemos utilizar un lenguaje sencillo con instrucciones claras y concisas (muy importante para que el alumno con TDAH pueda seguir las explicaciones y su capacidad de atención disminuya). 
- Fomentar el trabajo en equipo para que los alumnos (especialmente el alumno con TDAH) se relacionen con los demás, ya que interactuando con el medio  y los demás también se aprende, y es de esta manera que podemos mejorar las habilidades sociales de los alumnos. 
- Debemos mostrar una actitud paciente y mostrarnos, además de reforzar mediante el refuerzo positivo los logros de nuestros alumnos. 

No obstante, a pesar de aplicar esta metodología, es probable que nuestro alumno presente distracciones o se muestre impaciente o hiperactivo. Es por ello, que debemos recordar las siguientes pautas y aplicarlas si es necesario para que el alumno pueda seguir las explicaciones y desarrollar las actividades sin problemas: 

- Situarlo en un lugar estratégico en el aula. 
- Eliminar el máximo de elementos distractores en la parte frontal del aula, dónde se realizan las explicaciones. 
- Permitirle desplazarse por el aula si lo necesita u otorgarle el papel de ayudante. 
- Acordar con él una señal para llamarle la atención. 
- Asegurarnos que ha escuchado y ha comprendido las explicaciones realizadas. 


LA EVALUACIÓN: 

Debemos asegurarnos de que el alumno con TDAH, al igual que el resto de alumnos, supera los objetivos que nos planteamos al realizar la UD. Para ello es importante establecer unos criterios de evaluación y para conseguir q el alumno los supere, en el día a día, deberemos seguir las indicaciones que hemos explicado anteriormente referentes a la metodología y el diseño de las actividades. Si hemos seguido las indicaciones, entonces el alumno debe de haber podido seguir las explicaciones y por tanto podremos seguir las siguientes indicaciones para evaluar la UD. 

A la hora de evaluar, hay que tener en cuenta la percepción del alumno ante los nuevos conocimientos adquiridos, y el esfuerzo empleado para ello. La evaluación no solo nos servirá para valorar nuestro propio trabajo y los procesos de enseñanza aprendizaje de los alumnos/as, sino que además contribuirá a la adquisición de recursos que nos permita, por una parte auto criticarnos y por otra afianzar la autonomía y capacidad de aprender del alumno/a. Es importante tener presente que los instrumentos de evaluación, deben hacer referencia a los contenidos y estar vinculados con aquellos aspectos de la unidad didáctica que hayan sido trabajados en el aula.


Por ello, para evaluar a nuestros alumnos/as seguiremos su avance a lo largo de toda la unidad mediante actividades de evaluación previa (conocimientos previos), también durante el proceso y por supuesto al final. Es por esto por lo que debemos tener en cuenta indicadores de evaluación que hemos indicado en cada una de las actividades, y ajustarnos a los objetivos planificados. Para poder llevar a cabo este método de evaluación continuo, nos apoyaremos en un cuaderno de seguimiento en el cual anotaremos todo aquello que más tarde nos pueda servir. Podemos afirmar así, que vamos a trabajar mediante la observación continua de los alumnos/as. Al finalizar la UD, gracias a la observación sistemática y las notas que hemos tomado al largo de su transcurso podremos cumplimentar este cuadro de evaluación siguiendo los indicadores de evaluación, para saber qué objetivos el alumno ha alcanzado, cuáles no ha alcanzado y cuáles todavía están en proceso. Este cuadro dispone de un apartado de observaciones, en el cual podemos anotar información interesante o detalles concretos sobre el alumno para que no se nos olviden y los podamos tener en cuenta en futuras evaluaciones.


No obstante, debemos recordar que nos encontramos en la etapa de infantil y es por ello que para agradecer y premiar todo el esfuerzo empleado en la elaboración de las actividades, por parte de los alumnos/as, al margen de los métodos de evaluación propios de los docentes podemos crear unos trofeos de manera que el alumno comprenda que su trabajo se ha realizado con éxito y que premiamos su esfuerzo y dedicación. Es también una forma de lograr que todos se sientan iguales y mostrarles que no existe la discriminación en nuestra aula, sea cual sea la virtud de cada uno siempre será valorado y premiado como los demás. En este caso en concreto una manera de hacerlo podría ser la siguiente: el docente deberá conseguir una piedra plana por cada grupo de trabajo del alumnado, sobre cada una de las piedras mediante un punzón (o cualquier otro utensilio cortante), deberá tallar una frase distinta: “Premio al grupo más original”, “Premio al grupo más trabajador”, “Premio al grupo más imaginativo”, etc.. Después en clase, les concederíamos cada piedra a cada grupo, y después de haberla observado y manipulado las podríamos colocar a modo de trofeo en el aula, para que cada vez que quieran la puedan ver o mostrar a compañeros/as de otras clases.



Como podemos observar no es necesario diseñar un instrumento de evaluación diferente para el alumno con TDAH, sino que en esta etapa lo más importante es diseñar unas actividades y seleccionar una metodología adecuadas en las que las dificultades del alumno con TDAH se vean reducidas y no tengan un impacto en su proceso de aprendizaje.